Happily Ever After Begins Where?
Mientras tomaba mi café, miré un letrero que tengo en casa, justo al lado de mi foto de bodas, que decía: "Happily Ever After Begins Right Here" y en ese momento vino a mi mente la pregunta; ¿en dónde en realidad comienza la travesía para ser feliz? ¿En qué nos basamos para creer que la felicidad comienza en un determinado momento de nuestras vidas, o por algún suceso de nuestros días? La respuesta la encontré rápido dentro de mi propia reflexión. La felicidad vive en cada uno de nosotros. Lo importante es prender el motor. Enceder el motor de decidir ser feliz, bien he escuchado, "No soy feliz todo tiempo, pero soy feliz todos los días". Es escencial decidir ser feliz, cierto que llegaran momentos dificiles, pero por encima de ellos habrán maneras para encontrar un pedacito de cielo, un pedacito de felicidad. Me dirán Zoraya, hay situaciones que no me dejan ser feliz, como voy a ser feliz si estoy viviendo tal cosa. Oyeme, podemos ser felices apesar de las circunstancias, es un hecho. El mismo día que diagnosticaron a mi hermana con cáncer, murió mi tía víctima del cáncer, fue un día DURO, DIFÍCIL, dónde si pude sentir el mundo caer frente a mi, pero pude entender que el dolor se puede disipar, todo depende en dónde nos refugiemos, es la clave. Mi refugio esa noche fue la presencia de Dios. Entregué el dolor y pude sentir paz, alivio, y pude sentir cómo se transformaba cada aspecto de mi dolor en serenidad y alegría, si alegría por cada momento vivido junto a mi tía que ya no estaba y junto a mi hermana que comenzaba una gran batalla. La felicidad estaba palpable en cada momento y por el recuerdo, la memoria y la paz que Dios da pude ser feliz. Muchas veces la gente no sabrá como lo haces, pero Dios seguirá siendo fiel y seguirá entregandote pequeños momentos que queden grabados en la memoria para convertirlos en fracciones de felicidad. Así que no podemos limitar nuestra felicidad a las condiciones del tiempo, las condiciones de vida, las pruebas. Nuestra felicidad depende únicamente de ti, unicamente de Dios. Ahora podemos encontrar unos momentos para impulsar esa felicidad: - La simpleza en un café
Encontramos momentos llenos de días memorables, sentados con una taza de café. En nuestro rincón predilecto de la casa, tomar una taza de café y reir solos por lo bendecidos que hemos sido. Recordar cada bendecion es un paso a la felicidad, podemos ver la fidelidad de Dios.
- Sentarnos a la orilla de la playa con gente especial
Nada como compartir con gente que uno quiere y te quieren. Rodearnos de amistades, familiares ha sido una de las claves para mantener una felicidad latente, palpable y existente. Mi mayor refugio sentada en la playa con amigos, era relajante, inspirador.
- Ver a tus viejitos con salud
Una de las cosas que más felicidad puede brindar es mirar a tus viejitos, sanos, reír con ellos y sentir una inyección directa al corazón llena de alegría y esa alegría se transforma en felicidad momentánea.
- Mirar a tu esposo sabiendo lo afortunados que son al tenerse uno a otro
Todos los días, recibo felicidad recordando lo afortunada que soy desde el 1ro de octubre de 2016. Ver a ese ser que Dios preparo para mí, mirar a mi esposo me hace feliz, es un complemento para la felicidad que se vive a diario. En todo caso, si no eres casada, siempre hay alguien especial en nuestras vidas, puede ser un hijo, una hermana, una amiga.
No hay una poción mágica para ser feliz, el "Happily Ever After" no se comienza en un lugar mágico, y sí puede ser real. Es cuestión de mirar las cosas desde otro punto de vista, desde otra perspectiva, entender que la felicidad la cargas tú, y que la felicidad sólo la brinda Dios. Siempre hay un "Happily Ever After" esperando por ti, ve por el, porque es tuyo.
Happily Ever After Begins With You.
Un abrazo,
Zoraya
